Refundación poética de la ex Santiago del Estero como Ciudad del Dulce

Henos aquí otra vez en veinticinco de julio
celebrando la existencia de nuestra Santiago
pero no de Compostela sino del Estero.
Mas la vamos a refundar ahorita mismo
por imperio pleno de la libre voluntad
para así nomás de prepo hacerla renacer.
Porque aquel otro día se le impuso Santiago
hincada al acero de una España matamoros
hoy día le vamos a imponer un nuevo nombre
por obra y gracia de un hondo latido del tiempo.
Y desde ahora ésta la ex Santiago del Estero
nombrada noble y leal madrastra virreinal
pasa a llamarse Ciudad del Dulce
porque el Río Dulce la acompaña
y es la razón de su andar en danza.
La llamamos así porque sí
porque así es y queremos que sea
más que la posta de un viejo reino
más que unos cuantos esteros sueltos
queremos ser ciudad y río
simiente dulce y movimiento
caudalosa y dulce quietud
raíces fuertes y libertad
clamor melodioso de la vida.
Queda declarado aquí y ahora
sin más armas que un matecocido hervido
y una navaja para ir pelando lo que sea
ante la mirada de una cusca negra echada
que esta viejísima población
conocida por obra de la Conquista como
Santiago del Estero del Nuevo Maestrazgo
a partir de este preciso instante
de su invierno fragante de mandarinas
se pasa a llamar Ciudad del Dulce.
Compártase y péguese en sus muros.