Subcomandante Gordi
La gordi no está hecha
para los rigores comunistas.
Esa roja boca de cereza gusta de lamerte
militante
a kilos de bombones prostituida.
Blanducha liberal esta gordi
que te desarma masajeándote
el bajo vientre casto y consentido
cremosos de crema rosa sus pies.
Y así desecho la gordi te devora
espasmódica, boa hambrienta y
culebrona, de lenta digestión
desesperante.
Si sabrá ponerte al dente
su gordi oficio de copiosa baba
y chocolate caliente, que disuelve
tu doctrina viril adolescente.